Asana-Postura ritual que el cuerpo adopta en el yoga. A menudo sinónimo de mudra. Existen en un número indefinido, siendo la más arquetípica padmäsana o postura del loto.
Cuando recibí el curso para convertirme en instructora de Yoga, la profesora dedicó toda una clase sobre consejos para dar clase y de ahí y la experiencia que he ido adquiriendo durante estos años nace este post un poco caótico sobre «consejos para dar clase» pero llenos de buenas ideas que seguro te pueden servir a la hora de montar tu propia practica para compartir con los demás.
Ya lo decía Solón el poeta Griego…
El consejo de un amigo (compi yogui) es como vino generoso en copa de oro.
En este caso…los consejos de una compi yogui 😉
Consejos para dar una clase relativos al instructor.
Para ganar confianza y seguridad como instructor es importante la formación y la adquisición de conocimientos continuada.
La autoridad al principio se cuestiona. Cuidado con la permisividad. Depende de la confianza que se tenga con el alumno.
Sé consciente de todo lo que eres capaz de crear en tus clases y ofrece una experiencia impecable a tus alumnos.
Consejos para dar una clase relativas a la voz y la forma de expresión.
Fomentar la escucha.
Hay que trabajar la comunicación como instructor para captar una escucha activa.
La responsabilidad de que los practicantes no escuchen es del instructor. Se puede intentar dar más sinónimos. Hay que tratar de mejorar uno en vez de cambiar al practicante.
Rico el lenguaje en sinónimos. La importancia de la utilización de sinónimos para dejar claro un concepto es importante pues no todos tenemos el mismo nivel de entendimiento en la materia y eso facilita la transmisión y recepción del mensaje.
No repetir palabras. Para esto es bueno la utilización de sinónimos y actualización de conocimientos, estar en contacto con la práctica de forma continuada y actualizada. Esto es otra parte de nuestra responsabilidad como instructores.
Aprender nuevos términos y ser conscientes de nuestra forma de comunicarnos nos hará poder mejorarla.
Ser conceptualmente claro con el lenguaje. Simple, directo. Para poder explicar algo primero has de haberlo comprendido tú. Eso facilita mucho la claridad de exposición.
De vez en cuando es recomendable llamar la atención del practicante: “tenemos la escucha activa”.
Expresiones e información.
Evitar las negaciones. La negación suele tener la intención de impedir la acción. Por eso es importante construir y enviar los mensajes en forma positiva, en vez de decir “no encojas los hombros”, sería más apropiado decir “hombros alejados de las orejas”.
Cuidado con los imperativos que denotan mandato. Con un Imperativo diríamos “abre” mientras que si utilizamos “abrir/abrimos” la demanda de acción es menos imperante e impositiva, lenguaje más abierto e inclusivo.
O la utilización de Yo y del nosotros como recurso para suavizar el imperativo: (Yo) pongo las manos a los lados/ponemos las manos a los lados.
Lenguaje abierto e inclusivo. Hablamos en plural, que facilita la unión y acompaña.
Evitar expresiones condicionales ”si pudiéramos o si podemos…” que llaman al ego.
Cuidado con el verbo “sentir” porque no todos los practicantes tienen la misma conexión con su cuerpo. De echo uno de los cometidos del yoga al comienzo, es aprender a escuchar y sentir el propio cuerpo.
Dosificar la información: cuidado con exceso o la escasez de información. Si ofrecemos demasiada información al practicante, éste se cansa. No hay que enseñar todo el primer día. Nervios (versus) # confianza.
Cuidado con las muletillas.
La voz y el volumen.
Voz grave o aguda aprender a “modular” el tono de voz dependiendo de nuestro registro y las necesidades de la práctica.
Transmitir calma y seguridad. A través del tono pero también del mensaje. Cuidado con el nerviosismo.
La Intensidad de la comunicación es igual a la velocidad. Nervios (versus) # confianza.
La importancia de la entonación. Si el volumen de voz es bajo el ritmo se ralentiza.
Con el volumen de la voz podemos hacer grande o pequeña a la persona que tenemos en frente.
Modular la proyección de la voz. Hasta dónde queremos que llegue y si llega de forma adecuada a todos los participantes.
Es importante mantener silencios durante la sesión y ayuda a enriquecer la práctica. Es necesario que aprendan a escucharse y para eso es bueno fomentar espacios de silencio donde la música sea sólo su propia respiración.
Precaución.
Empezar la clase leyendo. Esto habla de la falta de confianza. Nervios (versus) # confianza.
Aprende a marcar la distancia porque sino el mensaje se convierte en algo personal.
Hay que tener cuidado con el refuerzo positivo. Es mejor evitar las valoraciones tanto positivas como negativas. Intentar que sea un entorno y una comunicación más abierta y general.
Es mejor sugerir que preguntar. Hay que tener cuidado con las preguntas directas, a veces puede resultar delicado. Como ejemplo se podría decir: En vez de preguntar ¿tienes fuerza en las muñecas? Decir en voz alta y genérica para todos: El ajuste que podemos hacer en esta postura, para descargar el peso de las muñecas, es apoyar las rodillas.
Consejos para dar una clase relativas a la práctica.
A la hora de la Programación tener en cuenta al practicante: análisis postural. Adaptaciones a las necesidades propias de cada uno.
Enfocarnos en los objetivos: objetivo de la clase, objetivo de la práctica y objetivo personal. Personal.
Focalizar el objetivo al principio de la clase y no perderlo de vista durante la práctica.
Debe existir la flexibilidad para adaptar el guión, por ejemplo si hay tiempo para todo lo programado o no, la cantidad de gente, el estado físico de los practicantes…etc.
También se puede modificar sobre la marcha dependiendo del objetivo.
Al referirse a la neutralidad es el punto medio. Neutral: ¿Dónde? Pautar puntos concretos que le ayuden a llegar al practicante dónde queremos llegar.
La Importancia de la posición inicial. Empezar bien colocado es importante.
Movilización de cuello en calentamiento.
En calentamiento también es conveniente automasajearse y pequeños ejercicios de coordinación, orientación y movimiento articular.
Si comenzamos sentados en la manta, se puede Incorporar en la práctica como integración y reforzamiento del término de ahimsa de cuidado y respeto por el propio cuerpo, utilizándola por ejemplo para no forzar las posturas de cadera o amortiguar el apoyo de las rodillas. Hay que tener en cuenta que para la artritis es importante la descompresión articular.
Marcar el inicio. Decirle que haga algo y luego dejar tiempo para el desarrollo.
Calcular la regulación buena de los tiempos. Equilibrar el ritmo de la clase. Ni muy rápido, ni muy lento.
Disfrutar de dar la clase. Si el profesor disfruta de lo que hace sin duda los alumnos lo reciben. Debemos estar presentes y en la mejor disposición.
Presencia y atención plena. Cuando se está dando clase hay que saber ver lo que está pasando.
Dar alguna referencia del tiempo. En este punto nos encontramos en la asana cumbre o ya queda poco para savásana o om1 om2 om3 en una postura de tres respiraciones.
Estar en el aquí y en el ahora. Una forma de conseguirlo es enfocarnos en la respiración.
Coherencia del instructor entre la expresión verbal y corporal.
No forzar rangos máximos en el practicante y recordar que si duele se puede salir de la asana lentamente.
Marcar las posturas de transición.
Cuidado con los ajustes táctiles, mejor si son sutiles o se ejercen con poca presión.
Evitar elementos disruptivos externos apagar el móvil. Para que se mantenga la atención en el practicante y no se diluya el objetivo en el instructor.
La práctica no tiene techo. Siempre hay algo que aportar, que aprender y desarrollar.
A medida que avanza el nivel y la práctica se necesitan menos pautas y ajustes, con lo que aumentan los tiempos de silencio donde el practicante puede guiarse y ajustarse con su propia respiración.
Consejos para dar una clase relativas a la asana.
Modular las clases conforme al nivel: utilizando para la práctica asanas más fáciles o más complejas.
Cuando has practicado una asana se tiene más clara la instrucción.
Importante tener en cuenta que no se puede disociar la pelvis de la zona lumbar.
Clases un poco más asépticas. A tener en cuenta la zona de suelo pélvico.
La movilidad de la pelvis. Puede ser intimidante y físicamente está conectado con la emoción. La vivencia de la pelvis en la mujer es diferente.
Se permite al practicante explorar la asana. Diferentes variantes más apropiadas a cada tipo de cuerpo. Más o menos intenso.
Cuidado con cambiar apoyos metidos en la asana, se deshace la asana y se corrige la postura
Se puede hablar de una asana desde la periferia o desde el interior depende desde donde se paute, si desde los brazos o desde el tronco por ejemplo.
Cuando haces ajustes tienen que ir saliendo bien.
Dos o tres ajustes por asana.
Las asanas deben sentirse activas pero no doler.
Si aún no ha llegado Savasana o la hora de la relajación y están tumbados boca arriba se va avisando.
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Y hasta aquí todos los consejos recopilados hasta el día de hoy, si quieres añadir algún consejo a este listado no dudes en utilizar el apartado de comentarios.
Cuando practico, soy un filósofo, cuando enseño, soy un científico, cuando demuestro, soy un artista.