Seguro que esto a ti también te ha pasado. Vas caminando, conduciendo o estás asomado por la ventana y te da por mirar al cielo. De repente ves la luna más redonda, grande y brillante que nunca y piensas, Guau!, hoy hay luna llena.
La luna llena es un momento muy poderoso e intenso. En esta época del mes, la luna está iluminada en toda su belleza y uno puede sentir un cambio energético con el aumento de las emociones o sentimientos intensos.
¿Quieres saber cómo afecta a tu práctica de Yoga esta fase lunar? Hoy te lo contamos.
¿Qué ocurre cuando hay luna llena?
Una luna llena ocurre cuando el sol y la luna son opuestos entre sí, lo que influye gravitacionalmente en la tierra. Con su atracción, cambia las mareas del océano, lo que significa plenitud y finalización. También requiere reflexión y gratitud por la abundancia en tu vida.
Esto también tiene una influencia sobre nuestro cuerpo ya que tiene una composición alta de agua. Se observa el efecto sobre los ciclos hormonales de la mujer.
Adapta tu práctica
Para contrarrestar toda la energía que nos aporta la luna llena, debemos adaptar nuestra práctica de yoga haciéndola más suave, consciente y pausada que otros días.
Es importante ir de acuerdo a los ciclos de la naturaleza y fluir con ella. Por ello, en algunos estilos de yoga como en Ashtanga, no se practica los días de luna llena, luna nueva, sábados y 3 primeros días de la regla. En estos momentos, el cuerpo está más flexible, y la práctica de Ashtanga es intensa, por lo que es más fácil lesionarnos, y además el cuerpo pide descanso. Es importante ser prudentes y respetuosos con nuestro cuerpo, tratarlo con amabilidad, y sin forzar.
Los días de luna llena los puedes tomar de descanso (sobre todo si practicas todos los días), para centrar tu energía en conectar contigo mismo a través de la meditación, recitación de mantras, y pranayama. Si hacemos asanas, podemos adaptar la práctica para contrarrestar estas sensaciones, realizando posturas más suaves, pausadas y conscientes. Además, en lugar de Surya Namaskar (el saludo al sol), podemos realizar un mándala circular alrededor de la esterilla, al ritmo de la respiración, con Chandra Namaskar (el saludo a la luna), logrando una meditación en movimiento.
Chandra Namaskar es una secuencia de posturas que se van hilando a través de la respiración, y que tiene como objetivo principal despertar en nuestro cuerpo y mente una sensación de calma y relax. Las posturas se practican manteniendo una respiración profunda y diafragmática, siempre inhalando y exhalando por las fosas nasales.
Pranayama
En cuanto a técnicas de Pranayama (respiración), los días de luna llena es recomendable practicar Chandra Bhedana, una respiración que relaja y refresca el organismo. Se practica inhalando por la fosa nasal izquierda y exhalando por la derecha, realizando al menos 6 vueltas completas.
Junto con los beneficios cardiovasculares, con este pranayama reducimos el calor interno, refrescamos el cuerpo, calmamos la mente, y provocamos una relajación profunda.
Como practicar la Respiración Alterna:
- Siéntate en una posición cómoda, ya sea en una silla con los pies apoyados en el suelo o en un cojín con las piernas cruzadas.
- Relaja la cara y los hombros y mantén la columna erguida.
- Lleva tu mano derecha hacia vishnu mudra doblando sus dedos índice y medio en la base de su pulgar derecho, y manteniendo los dedos pulgar, anular y meñique extendidos.
- Coloca el pulgar ligeramente sobre la fosa nasal derecha y los dedos anular y meñique sobre la fosa nasal izquierda.
- Cierra la fosa nasal derecha con el pulgar e inhale lentamente por la fosa nasal izquierda.
- Luego cierra la fosa nasal izquierda con los dedos anular y meñique y exhala por la fosa nasal derecha.
- Vuelve a cerrar la fosa nasal derecha y continúa inhalando por la fosa nasal izquierda y exhalando por la derecha durante 10 ciclos más, aumentando lentamente tu práctica a 27 rondas con el tiempo. (Todas las inhalaciones se realizan a través de la fosa nasal izquierda y todas las exhalaciones se realizan a través de la fosa nasal derecha).
Este ejercicio se puede practicar antes o después del yoga, o solo.