Ōtagaki Rengetsu
Fue una monja budista, considerada una de las poetas japonesas más importantes del siglo XIX. También era una hábil alfarera, pintora y calígrafa experta.
Nacimiento y adopción de Rengetsu
Rengetsu nació con el nombre de pila Nobu en la primavera de 1791, probablemente la hija secreta de una geisha y Todou Yoshikiyo, jefe de la jerarquía del feudo Iga-Ueno.
Adoptada cuando era un bebé por la familia Otagaki donde su patriarca Teruhisa, era un trabajador que más tarde se convertiría en sacerdote, en Chion’in en Kioto, el templo principal de la secta del budismo Tierra Pura (Joudo Shinshuu).
Periodo de servicio en el castillo de Tamba
A tavés de la influencia de su padre adoptivo y tal vez de su padre biológico, fue enviada, a la edad de ocho o nueve años en 1798 o 1799 (en el período Edo, los niños se consideraban de un año al nacer) al castillo de Tamba-Kameyama.
Los años de servicio en el castillo feudal impartieron a la joven Nobu el porte y los modales esperados en los hijos de los samuráis.
Como sirvienta, aprendió artes nobles, incluidas las artes marciales, la caligrafía y el arte de la escritura de poemas Japoneses.
Se convirtió en una belleza histórica, cortejada por muchos pretendientes, una leyenda que continúa hasta el día de hoy.
Abandonó el castillo a los 14 años en 1804, cuando contrajo matrimonio.
Rengetsu, monja budista
Ōtagaki se casó dos veces y tuvo cinco hijos. Sin embargo, su segundo esposo murió en 1823.
A la edad de treinta años, se convirtió en una monja budista, después de enterrar a ambos esposos, a todos sus hijos, a su madrastra y a su hermanastro.
Nobu se unió al templo Chion-in y se convirtió en monja, tomando el nombre de “Rengetsu” que se traduce como “Luna de loto” como su nombre budista.
Debido a su condición de mujer, solo se le permitió vivir en un monasterio budista durante un par de años.
Después de aquello, procedió a vivir en pequeñas chozas y se mudaba bastante.
Y aquí es donde nace su conocida historia «El agradecimiento».
Sus varios dones
Era maestra en artes marciales, tras haber sido entrenada desde su infancia por los Ōtagaki, familia que era bien conocida por ser maestros ninja.
A pesar de ser más conocida como una poeta de waka «poema Japonés», Rengetsu también era bailarina, costurera, artista marcial y experta en la ceremonia japonesa del té.
Admiró y estudió con varios grandes poetas, entre ellos Ozawa Roan y Ueda Akinari, y más tarde en su vida se convirtió en amiga cercana y mentora del artista Tomioka Tessai.
Varias obras de Tessai, aunque pintadas por él, cuentan con caligrafía hecha por Rengetsu.
En su trabajo como cerámica es conocida como Rengetsu ware y se hizo muy popular incluso después de su muerte.
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[…] Rengetsu es una de esas raras mujeres. […]