El yoga facial es una nueva tendencia que consiste en estimular y tonificar todos los músculos del rostro con automasajes, para eliminar las tensiones. Para tener una expresión facial relajada y natural, con un aspecto sano y una piel tersa, debemos aprender a ejercitar y estimular todos los músculos de la cara.
El estrés es uno de los causantes de la aparición de arrugas y de que la piel luzca apagada. Por ello, es fundamental que dediques unos minutos al día a relajar tu cara y tu mente. Otra de las ventajas de esta práctica de autocuidado, es que no necesitas ningún utensilio. Ni cristales de cuarzo, ni el rodillo facial, tan de moda en los últimos meses. Solo necesitarás un espejo y tus manos.
Con solo 10 minutos al día antes de dormir, notarás más oxigenación en la piel, mejorarás la circulación de tu rostro y darás un efecto relajante al cutis. Esto se traduce en un rostro descansado, libre de tensiones y más joven. Solo debes tener cierta constancia y práctica para recuperar la elasticidad de la piel de tu cara.
Ya te hemos contado qué es el yoga facial, ¿Quieres saber como ponerlo en práctica? Sigue leyendo ↓
Áreas del yoga facial
Cuello y papada
La zona del cuello es la primera que denota los signos de la edad. Para levantar y tonificar los músculos de esta zona, hay que realizar el siguiente ejercicio: mirando hacia adelante, gira la cabeza hacia la derecha hasta que queda alineada con el hombro derecho. En esa postura inclina la cabeza hacia atrás y mantenla así entre 6 y 8 segundos. Vuelve a la posición inicial y haz el mismo movimiento hacia el lado izquierdo. Repetimos tres veces.
Otro ejercicio para la zona del cuello es con los hombros relajados y la espalda estirada, dirige tu mentón hacia el techo y aguanta en esta posición unos cinco segundos. Repite tres veces y después haz lo mismo pero poniendo “boca de pato” y sacando la lengua.
Para trabajar la zona de la papada, con la cabeza mirando al frente y en actitud relajada, pon la mano en la barbilla como si estuvieras sujetándola. Empuja la barbilla contra los dedos, hacia abajo, y con la mano libre sujeta el codo del brazo contrario. Mantén la postura durante tres respiraciones profundas. Luego desliza los dedos de las manos alternándolas por la barbilla.
Ojos
Mira fijamente un punto enfrente de ti y abre los ojos tanto como puedas sin que se formen arrugas en la frente. Respira tres veces profundamente y cierra los ojos. Así se trabaja la musculatura que rodea el ojo y se fortalece el nervio óptico. Así se consigue reducir las arrugas de esa zona y una mirada más enérgica.
Forma una V con los dedos de ambas manos y colócalos, ejerciendo presión, a ambos lados de los ojos. Entorna los ojos mientras miras hacia arriba y después relájalos. Repite este ejercicio seis veces. Para terminar, cierra los ojos durante 10 segundos con fuerza y luego relaja. De esta manera se reducen las bolsas que se forman bajo los ojos.
Pómulos
Con los dedos índice y pulgar de cada mano, aprieta las mejillas con suavidad durante medio minuto. Puedes llegar a abarcar incluso la zona que va desde el labio superior hasta la nariz. Con este sencillo gesto tu piel lucirá más brillante cada mañana, adquirirá volumen y mejorarás la circulación del rostro.
Con el ejercicio del trompetista, nos centraremos en las mejillas,. Conseguirás levantarlas, suavizarlas y reafirmarlas. Llena las mejillas de aire despacio y luego pásalo de un lado al otro, durante 30 segundos. Para mantener el área de los labios fuerte y suave, puedes poner una mano sobre los labios como si estuvieras tocando una trompeta.
Frente
El búho es un ejercicio completo que te ayudará a reafirmar y a reducir las líneas y las arrugas de la frente. Haz una “c» con los pulgares e índices y colócalos alrededor de los ojos. Con los índices encima de las cejas y los pulgares sobre las mejillas, tira hacia arriba para tratar de levantar las cejas con los ojos muy abiertos. Manten esta posición durante dos segundos, relájate y repite de nuevo tres veces más. A continuación, quédate en esta postura durante 10 segundos.
Labios y mandíbula
La sonrisa suave ayuda a reducir las líneas de expresión que se forman alrededor de la boca. Oculta los dientes con los labios y pon la boca como si fueras a decir la letra O. Desde esa posición, esboza una amplia sonrisa, con los dientes siempre ocultos. Repite esta sonrisa seis veces, y si notas que los ojos se te arrugan puedes estirarlos con las manos.
Otro ejercicio para esta área facial consiste en desplazar la lengua haciendo un círculo en sentido de las agujas del reloj por todo el contorno de los labios. Luego, haz lo mismo en la dirección contraria. Repite 5 veces en cada sentido.
Para terminar la práctica, procedemos a la relajación del rostro. Golpea con suavidad todo el rostro con la yema de los dedos. A continuación, frota tus manos para que estén calientes y las colocamos sobre los ojos cerrados. Respira profundamente mientras relajas todos los músculos de la cara. Cuando termines, haz una última respiración profunda.
Anímate a probar estos ejercicios y contarnos qué efectos percibes en tu rostro. Te leo en comentarios ↓