Hay dos edades, la edad biológica y la edad cronológica.
Es decir que envejecer y cumplir años son dos cosas distintas, según Valentín Fuster y Josep Corbella en su libro la ciencia de la larga vida.
La edad cronológica viene marcada por el calendario y la edad biológica puedes medirla con tres sencillos ejercicios que si además practicas a diario, pueden ayudarte a mejorar el estado de tu edad biológica y que además tienen mucho que ver con el yoga <3.
En este vídeo el presentador del Hormiguero, Pablo motos nos habla de las tres pruebas para detectar la edad biológica.
El primer medidor es la velocidad a la que caminamos.
La velocidad a la que caminamos se va reduciendo con la edad.
Es uno de los indicativos más fiables en la medición del riesgo de muerte en los siguientes años.
Esto se ha podido comprobar en ancianos y adultos aparentemente sanos, cuando no se puede andar deprisa no es una buena señal.
Por eso, una de las cosas que puedes hacer es salir a pasear e ir acelerando poco a poco el paso, para ir creando una rutina sana de fortalecimiento de esta actividad.
Segundo factor para mejorar tu edad biológica: La fuerza en las manos.
Cuanta más fuerza tengas en las manos más probable es que goces de buena salud en los años siguientes.
Según un estudio cuanta más fuerza en las manos menor riesgo de muerte en los próximos cuatro años, además predice de manera más precisa la tensión arterial el riesgo de enfermedad cardiovascular.
En este artículo tienes más información sobre la correlación entre la fuerza de tus manos y el envejecimiento.
Esto es fácil de comprobar, todos hemos visto alguna vez cómo las personas mayores tienen propensión a que se les caigan las cosas de las manos.
Y fácil de remediar hay un ejercicio de calentamiento en yoga que es abriendo y cerrando las manos a la vez que subes y bajas los brazos y no necesitas ningún elemento externo para trabajar la fuerza de tus manos.
Aunque también puedes seguir los consejos de Pablo Motos en el vídeo y apretar una pelota de goma.
El tercer medidor es el equilibrio.
Para hacer la prueba debes ponerte sobre una pierna en equilibrio y aguatar mínimo 30 segundos y si lo consigues, hay que hacer lo mismo pero con los ojos cerrados.
Una persona de hasta 40 años aguantará 20 segundos aproximadamente con los ojos cerrados, entre 40 y 50 años aguantará unos 12 segundos, a los 60 años se baja a 8 segundos y entre 60 y 70 años no aguantará más de 5 segundos.
El equilibrio es una de las habilidades que más se deteriora con la edad, pero esto también se puede entrenar por ejemplo con disciplinas como el Yoga.
Para este específico factor determinante de edad biológica, el equilibrio, el yoga cuenta con múltiples asanas como por ejemplo, la del árbol o vriksasana pero éste es sólo una de muchas que se pueden practicar dentro de una sesión de yoga.
Se trata no de vivir más sino vivir mejor. Mucho mejor.
Así que como te diría un coach de salud y bien estar:
- Ponte metas asequibles.
- Busca lo que te gusta.
- Inténtalo durante un mínimo de dos semanas antes de valorar una nueva rutina o actividad deportiva.
- Escucha a tu cuerpo y sus límites.
- Las claves principales son la constancia y frecuencia.
- El ejercicio tiene un efecto acumulativo: ¡siempre hay tiempo aunque sea en ratitos de 10 minutos!
Es muchísimo más eficaz y motivador, comenzar con metas pequeñas y asequibles e irlas subiendo, que aspirar a grandes entrenamientos para luego no cumplirlos y frustrase.
Por eso este post es tan potente, con que empieces con estos tres ejercicios es un gran paso y ya si después te animas con el Yoga, bien venido al mundo del disfrute y el bien estar.