Una manera de recuperarla energía y dar al cuerpo lo que precisa es hacerse de vez en cuando un masaje a uno mismo. Este autoregalo puede ayudarnos, cuanto menos, a superar el desgaste cotidiano diario. El automasaje es una vía para cuidar la salud, que estimula o relaja, favoreciendo el buen estado de los sistemas nervioso, circulatorio, linfático e inmunitario.
Tocarse en el lugar donde se siente una molestia es un acto instintivo, lleno de sentido. El estrés, el insomnio y la tensión, así como los dolores de cabeza, de espalda o en las articulaciones, pueden ser tratados eficazmente con unos instrumentos al alcance de todos: las propias manos. Además, con la práctica del automasaje energético aumentamos el flujo de endorfinas, unas sustancias producidas por el propio cuerpo, que alivian las molestias y producen sensación de bienestar. Lo dicen los expertos.
En este artículo veremos las técnicas para probar el automasaje energético en diferentes partes de nuestro cuerpo.
Auto-masaje energético integral
Masaje en las manos:
Frota vigorosamente las palmas de las manos entre sí y masajea la mano izquierda en el punto del pericardio (P-8), el punto del intestino grueso (IG-4), la palma, la parte posterior de la mano y los dedos, tal y como muestra la figura. Y luego masajea la mano derecha.
Masaje en la cabeza, la cara y el cuello:
Masajea el punto de la coronilla con un movimiento circular de seis a nueve veces. Luego golpea suavemente toda la cabeza con los nudillos de ambas manos. Por último utilizando ambas manos presiona con fuerza el cuero cabelludo con los dedos y muévelos lentamente de adelante hacia atrás hasta la base del cráneo.
Calienta las manos una vez más y masajea la cara como muestran los dibujos. Posteriormente masajea los puntos anteriores y posteriores del cuello.
Masaje en el tronco y el abdomen:
Con el puño de la mano golpea ligeramente el tórax por todos lados.
Ahora masajea con la palma de la mano derecha y de la izquierda sobre la derecha el área del estómago, el hígado y el páncreas. Posteriormente masajea el intestino delgado con un pequeño círculo alrededor del ombligo, y con un gran círculo, el intestino grueso.
Por último golpea con el puño de la mano, ligeramente, los riñones y la zona del sacro, tal como muestra la figura.
Masaje en rodillas y pies:
Calienta las palmas de las manos frotándolas una vez más entre sí y golpea con algo de fuerza la parte posterior de las rodillas con la palma de la mano nueve veces. Posteriormente masajea las rodillas, moviendo de arriba abajo, de izquierda a derecha y de forma circular, la rótula.
Por último masajea vigorosamente las plantas de la pies, tal y como muestra la figura.
Auto-masaje abdominal
Te recomiendo probar el automasaje energético abdominal si tus molestias se reducen a esta zona corporal.
Masaje en espiral
Acostado y con las piernas ligeramente levantadas para que la zona del abdomen permanezca relajada. Debes empezar el masaje cerca del ombligo en espiral y gradualmente hacia afuera en círculos cada vez mayores.
Comienza a masajear con la yema de los dedos juntos en un movimiento circular, en el sentido de las manecillas del reloj y en un punto cerca del ombligo. Después desplaza las yemas de los dedos y masajea el siguiente punto y así sucesivamente hasta terminar. La secuencia para cada punto es: presionar, movimiento en espiral en el sentido de las manecillas del reloj y soltar. Luego pasamos al siguiente punto y hacemos lo mismo.
Si encuentras un punto en el cual sientas dolor, dedica mayor tiempo a este punto hasta que el dolor desaparezca. En caso de que el dolor persista pasa al siguiente punto y al día siguiente dedica otra vez mayor tiempo al punto doloroso, hasta que el dolor desaparezca por completo.
Masaje del intestino grueso
a) La técnica de la ola
Presiona con las yemas de los dedos el inicio del intestino grueso (abajo a la derecha del cuerpo) y, sin aflojar en ningún momento, recórrelo de principio a fin.
b) La técnica de la pala
Trata de enterrar las yemas de los dedos abajo del intestino grueso en el lugar donde empieza (abajo a la derecha del cuerpo) y mueve la mano ligeramente como si fuera una pala que está aflojando tierra. Haz lo mismo, del otro lado (abajo a la izquierda del cuerpo).
Masaje del intestino delgado
La técnica vibratoria
Hunde las yemas de los dedos en el intestino delgado y sacúdelos fuertemente produciendo un temblor generalizado en toda la zona del vientre.
El Masaje del intestino delgado debe hacerse como un juego mientras permanece relajado el abdomen. En el momento que detectes un punto doloroso masajéalo hasta que desaparezca. En caso de que el dolor sea muy intenso no masajes directamente sobre él; masajea alrededor, hasta que la tensión que produce el dolor vaya cediendo.
Al finalizar lo anterior levántate y ejecuta, por último, el ascenso abdominal.
El ascenso abdominal
Parado, inclínate hacia adelante y apoya las manos sobre los muslos, justo por encima de las rodillas, con los pulgares junto a los demás dedos sobre la parte interna del muslo.
Exhala completamente y no respires. Inmediatamente contrae la pared abdominal hacia atrás, en dirección a la columna vertebral. Mantén la pared abdominal contraída cinco o seis segundos.
A continuación, sin tomar aire todavía, relaja la pared abdominal y deja que los órganos regresen a su lugar; después debes empezar una inhalación lenta y profunda. Repite dos o tres veces.
Otra versión consiste en contraer y relajar rápidamente la pared abdominal, mientras mantienes esta postura con los pulmones vacíos. Esto proporciona a los órganos un vigorizador masaje.
Fuente: El yoga de la energía y el yoga de la atención
Te invito a probar el automasaje energético y contarme comentarios los efectos que ha tenido en ti. Si quieres conocer más rituales de autocuidado, te los cuento aquí.