Los ayunos limpian el cuerpo y suben las defensas así que esta época es el mejor momento para ponerlo en práctica.
Distinguiremos los tipos de ayunos dependiendo de lo que se sostengan en el tiempo, así encontramos el ayuno intermitente que se puede planificar en diferentes fases horarias y el ayuno terapéutico que es más prolongado y sostenido en el tiempo y que debe ser monitorizado por un médico.
Ayuno intermitente.
Se trata de ciclos en los que se alternan restricción de alimento o ayuno con alimentación.
Dependiendo de la combinación de estos ciclos de ayuno o alimentación se dan muchos tipos diferentes de ayuno intermitente.
- Se pueden encontrar los ayunos en días alternos o ayunos intermediarios. Este tipo de ayuno aporta una gran reducción de calorías cada dos días.
- Ayuno periódico. No se ingieren alimentos ni bebidas con calorías durante periodos de 24 horas. Aquí entra el Ayuno Lunar.
- Por tramos horarios. Se trata de la alimentación diaria con restricción durante unas horas al día. Con 12 horas de ayuno lo que se logra un reposo digestivo: desinflamar el intestino y ayuda a la digestión ya que las enzimas digestivas estén más activas para la hora de la comida.
Ayunos terapéuticos.
Si los ayunas duran más de tres días se tratan de ayunos terapéuticos. Se prescriben para algún tipo de enfermedades y deberían hacerse bajo supervisión médica ya que al ayunar se alteran algunas de nuestras funciones básicas.
Los parámetros clínicos que varían o pueden verse alterados durante el ayuno. Piel y faneras (pelo y uñas), Boca (aliento, dientes, salivación), Tensión arterial, Peso, Pulso, Sueño, Fuerza, Apetito, Deposiciones, Diuresis, Menstruación, Ácido úrico y gota. Y dentro de estos parámetros clínicos, las variables mínimas a tener en cuenta para la monitorización son: Peso, temperatura, pulso, presión arterial, orina y heces.
En España existen dos centros reconocidos y especializados en ayuno terapeútico.
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Clínica Buchinger en Málaga. |
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Centro de Salud Vital Zuhaizpe en Navarra |
El ayuno a lo largo de la Historia.
Al comienzo de la historia, se encuentra que el ayuno va unido al movimiento religioso, quizás porque Higiene, Medicina y Religión comenzaron unidas en muchas culturas.
En la cultura católica y judía Moisés ayunó cuarenta días.
Los faraones egipcios ayunaban varios días antes de las grandes fiestas religiosas. Los aspirantes a los misterios de Isis y Osiris ayunaban de siete a cuarenta y dos días.
Algo similar se exigía en los Misterios de Eleusis en Grecia.
En Delfos, la pitonisa sólo podía consultar el oráculo después de una purificación de ayuno de 24 hr.
También los sacerdotes en Méjico, practicaban el ayuno antes de las grandes ceremonias.
El ayuno, en un momento dado, pasa de ser una capacidad innata de supervivencia a costa de las reservas del cuerpo, a ser utilizado como terapeútica, medicina preventiva o método ideal para preparar el cuerpo para grandes proyectos.
¿Qué es ayunar?
Yoshinori Ohsumi, biólogo celular japonés, ganó el premio Nobel gracias a su investigación sobre el ayuno de un día.
Ayunar es provocar al organismo, mediante la supresión de aporte de alimentos sólidos para vivir de las propias reservas de calorías, lo que estimula la autofagia.
Autofagia es una palabra de origen griego compuesta por «autos» (αυτος), uno mismo, y por «phagein» (φαγηιν), comer o alimentar, es decir, comerse a uno mismo. En nutrición se sabe que algunos organismos vivos consumen sus órganos menos útiles como medio de supervivencia ante un ayuno prolongado.
Lo que promueve la autofagia es un proceso regenerador del organismo a nivel celular que reduce la probabilidad de contraer cierto tipo de enfermedades y prolonga la esperanza de vida.
Por y para qué ayunar
En este vídeo Eneko Landaburu explica los por qué y para qué del ayuno…
Fases del ayuno.
Primera Fase: Consumo de glucosa unas 1.200 calorías. Duración 24 hrs
El combustible principal es la glucosa y todos los glúcidos e hidratos de carbono. Primero se consume la glucosa circulante y después lo hacen las reservas de glucógeno del hígado y del músculo. En el proceso bioquímico primero se almacena la glucosa en el hígado y en el músculo y en la segunda fase sale de allí.
Con toda esta glucosa, la circulante y la almacenada, podemos pasar de 24 a 48 horas; después de este tiempo se producirán las carencias y entraremos en hipoglucemia. Los síntomas de hipoglucemia son: astenia, mareos, sudoración fría, etc. El sujeto en esta fase no suele perder peso.
Segunda fase: Consumo principal grasa 100.000 Calorías. Duración 40 días.
La entrada del organismo en hipoglucemia marca la segunda fase del ayuno, caracterizada por el consumo de la grasa. Será la misma hipoglucemia la encargada de poner en marcha los mecanismos que dirigirán el consumo de la grasa en esta segunda fase y que actuará sobre el hipotálamo, terminaciones nerviosas, suprarrenales y páncreas.
Tercera Fase: Marca el límite del ayuno. Puede comenzar el consumo de proteínas imprescindibles.
Ya no se le puede considerar como ayuno, pues al llegar a esta etapa el apetito vuelve y se debe comer. Si no, entraremos en el proceso que se llama “inedia aguda” o inanición y éste es un camino irreversible hacia la muerte.
En esta etapa el organismo que ha quemado prácticamente todas sus reservas, va a comenzar a consumir las proteínas que son esenciales para la vida.
Recomendaciones hídricas en el ayuno.
Metabolismo hídrico: Una pérdida de agua de más del 10% del peso corporal puede provocar serios trastornos orgánicos, llegando al 20-25% suele ser mortal.
En el ayuno sin control se suele perder sal en proporción al agua. Esto indica la fundamental importancia de un aporte externo continuado de electrolitos (calcio, el potasio y el sodio). Beber caldos vegetales o añadir un poca de sal al agua puede ser un truco para evitar la deshidratación que se traduce en dolor de cabeza.
¿Qué líquidos se pueden consumir durante el ayuno?
Agua, café o té y otras bebidas no calóricas. Pequeñas cantidades de leche vegetal también está bien. Sin añadir azúcares ya que se trata de ingerir bebidas que no contengan energía que pueda romper el ayuno.
Ejercicio físico durante el ayuno.
Buchinger, Lützner y otros especialistas recomiendan el ejercicio físico durante el ayuno.
Únicamente se recomienda no hacer ejercicio físico en caso de padecer una enfermedad aguda o tener fiebre o sintomatología de astenia, cansancio, casos en los que el cuerpo pide reposar.
En general, si se da predominio al reposo durante el ayuno, se producirán modificaciones no muy deseables en el organismo como, pérdida de peso corporal, pero más a costa de masa muscular y proteínas que de grasa, porque la grasa necesita dos veces más oxígeno para su metabolización que las proteínas o los carbohidratos.
Autodisciplina.
El ayuno también trabaja la autodisciplina…así que con ello no sólo limpiamos y sanamos el cuerpo también mejoramos y pulimos el carácter…a veces la solución no está tanto en poner…a veces la solución es quitar…💎
4 comments
[…] se sostengan en el tiempo. En el anterior artículo puedes obtener nociones más generales sobre el Ayuno en este artículo vamos centrarnos en ver más detenidamente todas las características del tipo de […]
[…] recomiendo ir ajustando el ayuno al ciclo vital personal, siempre escuchando el cuerpo y ajustándolo a nuestras necesidades. Eso […]
[…] aquí os dejo este post donde habla sobre los beneficios del […]
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